El Consejo Legislativo del estado Lara (CLEL), junto a representantes del movimiento ambientalista e instituciones como Minaguas e Inparques, sostienen debates sobre el Proyecto de Ley para la Protección de los Recursos Hídricos, aprobado en primera discusión en 2024 y ahora en proceso de revisión.
La normativa surge como respuesta al déficit de agua regional, causado por la deforestación y la agricultura sin prácticas sostenibles, que han degradado cuencas hidrográficas y pozos subterráneos que abastecen a Barquisimeto y Palavecino.
“El uso, aprovechamiento, protección y conservación de las aguas debe ser eficiente, equitativo, óptimo y sustentable”, señala el documento.
Los debates están liderados por la Comisión de Participación Popular, Obras y Servicios Públicos, presidida por José Luis Ramos, y la Comisión de Desarrollo Social y Protección Ambiental, cuyo vicepresidente es Flor Escalona.
Escasez de agua en Lara
Según Ramos, Lara es un estado semiárido, con comunidades que han pasado años sin servicio continuo de agua, obligadas a depender de camiones cisterna como alternativa costosa.
Ambientalistas e Inparques advierten que la deforestación de áreas como Titicare (Barquisimeto) y Carabalí (Palavecino), para el cultivo de frutas y hortalizas con agroquímicos, está contaminando acuíferos y afectando el líquido que consumen miles de familias.
Ajustes y vacíos legales
El ambientalista Francisco Cañizales explicó que la propuesta se inspira en la Ley Nacional de Aguas, pero debe adaptarse a la realidad regional. Pone como ejemplo la cuenca alta del Río Tocuyo y el Parque Nacional Yacambú, donde la deforestación afecta la represa Dos Cerritos y los acuíferos del valle del río Turbio.
Por su parte, Luis Manuel Reyes, director de Minaguas en Lara, señaló que el proyecto tiene vacíos legales que deben subsanarse y subrayó la necesidad de regular la agricultura:
“El café debe sembrarse a sombra para proteger los ríos. Hoy vemos caficultores deforestando riberas, lo que genera un daño irreversible”.
El proyecto de Ley de Protección del Agua en Lara avanza hacia su segunda discusión, con el reto de equilibrar producción agrícola y conservación ambiental, para garantizar un suministro más estable y sustentable de este recurso vital en una región marcada por la escasez crónica de agua.