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El sector azucarero venezolano comienza a mostrar señales de recuperación tras varios años de inactividad. Cuatro centrales azucareros ubicados en los estados Yaracuy, Portuguesa, Zulia y Barinas pasaron oficialmente a manos del sector privado, bajo un esquema de alianza con el Ejecutivo nacional. Así lo confirmó Joel Segura, presidente de Fedecámaras Lara, durante una entrevista con Unión Radio, donde además informó que los ingenios ubicados en Barquisimeto y El Tocuyo ya han comenzado labores de reparación y mantenimiento con miras a reactivar su producción.
Segura destacó que esta medida representa un paso importante hacia la recuperación del aparato productivo nacional y una inyección de dinamismo para la economía regional, especialmente en estados con fuerte tradición agrícola como Lara y Portuguesa.
Reactivación azucarera: impulso clave para la economía de Lara
De acuerdo con el representante de Fedecámaras, el retorno de estos centrales al sector privado podría marcar un punto de inflexión en la actividad económica del centro-occidente del país, particularmente en el sector industrial larense, que —según precisó— “no logró superar un crecimiento del 0,1% durante el segundo trimestre de 2025”.
“La reactivación de la producción azucarera no solo beneficiará al agro, sino que tendrá un efecto multiplicador sobre otros sectores industriales que dependen de esta cadena productiva”, afirmó Segura.
Entre las industrias que se verán favorecidas se encuentran la metalmecánica, la de maquinaria agrícola y la de tecnología industrial, todas vinculadas a la reparación, mantenimiento y operación de los ingenios. Además, la producción de caña de azúcar impulsa el transporte, el comercio local y la generación de empleo temporal y permanente.
Centrales en mantenimiento y próximos a iniciar molienda
Los centrales recientemente entregados al sector privado se encuentran actualmente en una fase de reacondicionamiento técnico. Este proceso incluye la reparación de equipos, revisión de calderas, instalación de nuevas turbinas y modernización de sistemas eléctricos.
Segura explicó que, tradicionalmente, la zafra azucarera en Venezuela comienza entre diciembre y enero, por lo que los trabajos actuales están orientados a garantizar que la molienda y refinación de caña se inicien a tiempo.
Asimismo, los centrales operarán bajo un esquema mixto, donde se combinarán actividades de refinación de azúcar y molienda de caña, lo que permitirá diversificar la producción y aprovechar al máximo la materia prima disponible.
Producción regional y encadenamiento agrícola
Fedecámaras Lara informó que el arrime de caña de azúcar no se limitará a las zonas inmediatas a cada central, sino que se prevé recibir materia prima de productores de Lara, Trujillo, Yaracuy y Portuguesa, entidades con amplia experiencia en el cultivo de caña.
“Estos acuerdos buscan fortalecer la interconexión regional y garantizar que la producción sea continua y rentable para los productores agrícolas”, apuntó Segura.
El dirigente gremial destacó que se están revisando los aspectos logísticos fundamentales, como el suministro de electricidad, agua y combustible, factores esenciales para garantizar la operatividad constante de los ingenios.
“Eso se está resolviendo y va a funcionar para la zona”, aseguró.
Participación privada: un modelo que se consolida
La transferencia de los centrales azucareros a manos privadas forma parte de una estrategia económica impulsada desde el Ejecutivo nacional que promueve la cogestión con el sector empresarial para recuperar industrias paralizadas.
En años recientes, varias empresas del Estado han sido cedidas temporalmente al sector privado mediante esquemas de concesión o alianzas estratégicas, con el objetivo de recuperar la producción nacional y generar empleo.
Según economistas consultados, esta política podría contribuir a restablecer la autosuficiencia en el mercado del azúcar, disminuir la importación del rubro y estabilizar los precios internos.
Perspectiva industrial: reactivación de la siderúrgica y la cementera
El presidente de Fedecámaras Lara también reveló que se encuentran en conversaciones con representantes del Estado para evaluar la reapertura de otras industrias emblemáticas de la región, entre ellas la Siderúrgica y la Cementera de Lara.
“De concretarse su reactivación, estas empresas podrían generar decenas de miles de empleos directos e indirectos, impulsando nuevamente el desarrollo industrial del estado”, enfatizó Segura.
La reactivación de estas plantas no solo significaría un aumento del empleo, sino también una mayor disponibilidad de materiales de construcción, vitales para la recuperación del sector habitacional y de infraestructura pública.
Un renacer productivo para Lara y el occidente del país
El anuncio de Fedecámaras Lara se produce en un contexto donde los gremios empresariales han insistido en la necesidad de reconstruir la confianza económica y fomentar la inversión privada como motor de desarrollo.
Con la reapertura progresiva de los centrales azucareros, el estado Lara podría recuperar su papel histórico como referente agroindustrial del país, generando nuevas oportunidades de trabajo y fortaleciendo los vínculos entre el campo y la industria.
El reto, según Segura, será mantener el equilibrio entre la participación estatal y la eficiencia del sector privado, garantizando un entorno propicio para la inversión y la producción sostenida.
