Notilara
La noche que debía ser histórica terminó en lágrimas. La Vinotinto cayó 3-6 ante Colombia, en un encuentro que marcó el final de su camino en las eliminatorias rumbo al Mundial. Lo que comenzó como una fiesta de esperanza se convirtió en un escenario de tristeza colectiva.
Desde Barquisimeto hasta Caracas, miles de fanáticos se reunieron en plazas y pantallas gigantes para seguir el partido. El primer gol de la Vinotinto desató una euforia colectiva con saltos, abrazos y cánticos de fe. Sin embargo, a medida que los goles colombianos fueron cayendo, la energía de la afición se desmoronó.
«Había mucha fe. Estábamos súper ilusionados, pero no se dio el resultado. Así es el fútbol», lamentó Dervis Mendoza, un trabajador de 39 años, que siguió el encuentro desde una pantalla gigante en Barquisimeto.
La victoria sorpresiva de Bolivia ante Brasil terminó de sellar el destino de la selección venezolana, que se quedó sin la posibilidad de clasificar a su primer Mundial.
La decepción fue especialmente dura para los más jóvenes. Un niño con la camiseta de Yeferson Soteldo salió corriendo del lugar entre lágrimas. Wilmary Pérez, enfermera de 32 años, confesó que no pudo soportar la tristeza: «Me voy porque siempre lloro cada vez que los veo perder. Pero mi fe siempre va a estar».
La eliminación deja un sabor amargo tras 18 fechas de eliminatorias en las que Venezuela mostró garra y determinación, pero no fue suficiente para lograr la ansiada clasificación.
