Apagones | La crisis eléctrica continúa afectando de manera severa a los habitantes del estado Lara. Este miércoles 6 de agosto, la organización civil Activos por la Luz-Lara reportó que al menos cinco sectores de la región se vieron afectados por apagones y fluctuaciones de voltaje, situación que mantiene en alerta a la población y que amenaza con convertirse en un riesgo constante para la economía y el bienestar de los hogares.
Iribarren: el municipio más golpeado
El municipio Iribarren encabezó la lista de zonas afectadas, con tres cortes eléctricos prolongados que, en conjunto, sumaron más de 22 horas y 3 minutos sin servicio. Vecinos de distintas parroquias denunciaron que, además de la falta de electricidad, también enfrentaron problemas con el suministro de agua y fallas en la conectividad a internet, lo que paralizó actividades laborales y educativas.
Palavecino: apagón y voltaje inestable
En el municipio Palavecino se registró un apagón de 3 horas y 17 minutos y una fuerte fluctuación de voltaje que, según testigos, provocó daños en varios electrodomésticos. “La luz subió y bajó varias veces en pocos minutos, y a pesar de que apagamos todo, algunos equipos no se salvaron”, relató una residente de Cabudare.
Balance del día: más de 25 horas acumuladas sin electricidad
De acuerdo con el informe de Activos por la Luz-Lara, en toda la región se contabilizaron cuatro cortes eléctricos que, sumados, representan 25 horas y 20 minutos sin servicio en solo 24 horas. A esto se agrega la fluctuación en Palavecino, que es considerada por la organización como un problema igualmente grave por su capacidad de generar daños irreparables en aparatos y sistemas eléctricos.
Consecuencias en la vida diaria y exigencias a las autoridades
Los apagones y la inestabilidad del voltaje afectan directamente la calidad de vida de los larenses, limitando el desarrollo de actividades cotidianas, interrumpiendo procesos productivos y exponiendo a la población a pérdidas económicas. Comerciantes advierten que, sin un servicio eléctrico confiable, es imposible mantener refrigerados alimentos o garantizar la continuidad de sus operaciones.
Vecinos y organizaciones civiles exigen a las autoridades regionales y nacionales un plan de acción concreto y transparente para estabilizar el sistema eléctrico. “No podemos seguir viviendo así, sin saber cuándo tendremos luz ni cómo protegernos de las fluctuaciones”, expresó un portavoz comunitario.