Barquisimeto se convirtió en referencia médica nacional tras concretarse en esta ciudad el primer implante de válvula tricúspide transcatéter en posición ortotópica en Venezuela, un procedimiento pionero que abre nuevas esperanzas para pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada.
La intervención fue liderada por el Dr. Bartolomé Finizola Flores, cardiólogo intervencionista de Ascardio y la Clínica Razetti, junto a un equipo multidisciplinario de especialistas. El logro coloca a la capital larense en el mapa de la innovación cardiovascular en América Latina.
Un procedimiento pionero y mínimamente invasivo
La insuficiencia tricuspídea severa ocurre cuando la válvula tricúspide deja de funcionar correctamente, generando fatiga, hinchazón en las piernas, dificultad para actividades cotidianas y progresión hacia insuficiencia cardíaca.
En este caso, la paciente —de edad avanzada y con alto riesgo quirúrgico— no podía someterse a una cirugía a corazón abierto. Por ello, la alternativa más segura fue el implante transcatéter.
El procedimiento consistió en una punción mínima de un centímetro en la vena yugular, guiada por ultrasonido. A través de ella, se avanzó la válvula hasta el corazón, con el apoyo de ecocardiografía tridimensional para asegurar precisión.
La recuperación fue rápida: la paciente caminó a las 12 horas posteriores y recibió el alta entre 24 y 72 horas después.
Venezuela se suma al avance regional
Este hito ubica a Venezuela entre los países latinoamericanos que ya han realizado este tipo de intervenciones. Hasta ahora, se contabilizan 14 procedimientos en la región: uno en Argentina, dos en Chile, diez en Brasil y ahora uno en Venezuela.
En Estados Unidos, Canadá y Europa, el implante transcatéter de válvula tricúspide supera el centenar de casos y se encuentra en proceso de aprobación por la FDA.
El primer venezolano en realizarlo fue el Dr. Roberto Cubeddu, en marzo de 2024 en Florida (EE.UU.), un caso que recibió amplia cobertura internacional.
El liderazgo del Dr. Bartolomé Finizola Flores
El Dr. Finizola, pionero del Programa Cardiovascular en el estado Lara, ya había alcanzado reconocimiento internacional en 2022 al obtener el primer lugar en el simposio “Igor Palacios” sobre Cardiología Invasiva Estructural en Houston, superando a especialistas de España, Holanda, Brasil, Colombia, México y Estados Unidos.
“El éxito de este procedimiento no solo depende del operador, sino de un equipo completo: anestesiólogos, radiólogos, cardiólogos, imagenólogos, enfermeras y cirujanos. El trabajo coordinado fue clave”, afirmó.
Un futuro de innovación en Venezuela
Este primer implante no es un hecho aislado, sino parte de un proyecto que busca expandir las técnicas mínimamente invasivas en el país. Finizola adelantó que el próximo reto será ampliar el acceso a procedimientos para tratar la válvula mitral.
“Queremos que médicos y pacientes sepan que esta tecnología ya está disponible en Venezuela. Nuestra meta es seguir innovando para mejorar la salud cardiovascular de quienes lo necesitan con urgencia”, señaló.
Con este logro, Venezuela se suma al selecto grupo de países que apuestan por la cardiología intervencionista avanzada, pese a las limitaciones del sistema de salud, y abre una nueva ventana de esperanza para pacientes con insuficiencia cardíaca severa.