Notilara
Con lágrimas, oraciones y aplausos llenos de emoción, los devotos de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles se congregaron en el Estadio Metropolitano de Palavecino para celebrar una liturgia especial en honor a los dos santos venezolanos.
La jornada estuvo marcada por testimonios de gratitud, fe y esperanza de quienes aseguran haber recibido milagros y sanaciones por intercesión del “Médico de los pobres” y de la beata caraqueña.
Testimonios de fe y esperanza
Melvis Rodríguez sostenía con devoción una antigua imagen de San José Gregorio Hernández, la misma que perteneció a su madre y que representa su herencia de fe. Asegura que gracias a su intercesión y al Arcángel Gabriel, pudo concebir a sus dos hijas tras enfrentar pérdidas y un diagnóstico médico que le negaba la maternidad.
“Nunca perdí la fe. Mis hijas se llaman Carmelis José y Carmelisa Gabriel, en honor a San José Gregorio y al arcángel que me acompañó”, contó emocionada mientras mostraba la imagen bendecida.
Otra creyente, Emira Juares, relató un hecho que su familia considera un milagro. Nació el 5 de mayo de 1959, durante una fuerte lluvia en la plaza Bolívar de Barquisimeto, tras un parto adelantado.
Su madre, desesperada, pidió la ayuda del doctor José Gregorio Hernández cuando el bebé parecía no tener vida. Según narra, un conductor que se identificó como médico de Carora los auxilió y los llevó al hospital, pero al llegar, desapareció misteriosamente.
“Mi padre decía que aquel hombre fue José Gregorio. En cuanto desapareció, yo comencé a llorar”, recuerda Juares con profunda emoción.
Milagros que renuevan la fe
A sus 77 años, Victoria Flores no deja de agradecer. Padece artrosis y dificultades para caminar, pero durante la celebración se levantó de su silla de ruedas para aplaudir con fuerza. “Estoy convencida de que volveré a caminar sin dolor, porque ya me ha salvado antes”, aseguró.
También Yosenny Carrasco compartió un relato que atribuye a la intervención del santo. Hace 30 años, cuando estuvo a punto de ahogarse en una playa, fue rescatada por un hombre desconocido.
“Sentía que ya no podía respirar. De repente, un hombre con sombrero en un peñero me dio la mano y me salvó. Luego supe que no había ningún bote cerca. Fue él, José Gregorio, quien me devolvió la vida”, afirmó mostrando una pequeña imagen del santo que siempre lleva consigo.
Fe que trasciende generaciones
La celebración en Palavecino reafirmó la profunda devoción del pueblo venezolano hacia San José Gregorio Hernández, canonizado en 2021, y Santa Carmen Rendiles, beatificada en 2018.
Ambos representan la bondad, el servicio y la entrega a Dios a través de la ciencia y la caridad, valores que miles de creyentes procuran mantener vivos en sus comunidades.
El acto religioso culminó con un llamado a la unión, la esperanza y la fe, pilares que —según los asistentes— siguen siendo fuente de fortaleza espiritual en tiempos difíciles.
