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El Ejecutivo Nacional ha oficializado una nueva actualización en la tarifa del transporte público en Venezuela, medida que impacta directamente en millones de ciudadanos que utilizan diariamente este servicio. La decisión quedó reflejada en la Gaceta Oficial N.º 43.218, donde se establece que el pasaje urbano estándar tendrá un costo de 40 bolívares, monto que regirá en todas las rutas urbanas del país.
Esta resolución llega en un contexto de presiones de los gremios transportistas, quienes venían solicitando un ajuste para poder cubrir los costos operativos ante la inflación, el precio del combustible, repuestos y mantenimiento de las unidades. No obstante, el gobierno mantuvo la línea de proteger a los sectores más vulnerables de la población, ratificando beneficios de gratuidad y descuentos especiales.
Gratuidad para adultos mayores y personas con discapacidad
La nueva normativa confirma que determinados grupos sociales continuarán viajando sin costo en las rutas urbanas del país. Este beneficio aplica para:
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Mujeres de 55 años o más.
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Hombres a partir de los 60 años.
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Personas con discapacidad debidamente acreditadas.
El objetivo, según lo expresado en el decreto, es mantener un enfoque de apoyo social y solidaridad, especialmente hacia los adultos mayores, quienes suelen depender del transporte público como su principal medio de movilidad.
Medio pasaje para estudiantes: quiénes aplican y cómo funciona
El gobierno también ratificó el régimen de medio pasaje estudiantil, un beneficio histórico que busca garantizar la asistencia de los jóvenes a las aulas sin que el costo del transporte represente un obstáculo.
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Educación básica, media y diversificada: los estudiantes pagarán el 50% de la tarifa de lunes a viernes, durante el año escolar. Para acceder al beneficio deberán portar el uniforme escolar.
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Universitarios: tendrán derecho al mismo descuento del 50% en el pasaje urbano, válido de lunes a sábado, siempre que presenten el carnet estudiantil vigente.
Este esquema se presenta como una medida clave en la lucha contra la deserción escolar, un problema que se ha incrementado en los últimos años debido a la crisis económica y social.
Esquema paralelo por distancia: tarifas interurbanas
Uno de los puntos más relevantes de la Gaceta Oficial es la implementación de una tabla diferenciada de precios en función de la distancia recorrida, lo que permitirá ajustar los montos de pasaje en rutas más largas.
De acuerdo con la normativa, las tarifas quedan de la siguiente forma:
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De 10,1 a 20 km → Bs. 45
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De 20,01 a 30 km → Bs. 50
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Más de 90,1 km → hasta Bs. 85
Este esquema responde a las demandas de los transportistas que cubren recorridos interurbanos, donde el desgaste de las unidades y el consumo de combustible es mayor. De esta forma, se busca establecer un equilibrio entre la accesibilidad para los usuarios y la sostenibilidad del servicio.
Impacto en los usuarios y en el bolsillo del venezolano
El ajuste del pasaje urbano a 40 bolívares genera opiniones divididas entre los ciudadanos. Para algunos, representa un gasto adicional que se suma a la ya elevada lista de necesidades básicas; para otros, se trata de un precio relativamente bajo en comparación con el costo real de movilizarse en transporte privado o plataformas de movilidad.
Un usuario de la ruta Barquisimeto–Cabudare expresó que, aunque el aumento afecta, sigue siendo “más económico que pagar gasolina o un taxi”, mientras que otro señaló que “los incrementos son frecuentes, pero los salarios no suben con la misma rapidez”, lo que termina por generar un desbalance en la economía familiar.
El punto de vista de los transportistas
Los gremios de transportistas han insistido en que los ajustes son necesarios para poder mantener el servicio operativo. La falta de repuestos, el alto costo de neumáticos y lubricantes, además del mantenimiento de las unidades, han puesto al sector en una situación crítica.
En conversaciones anteriores con el Ministerio de Transporte, los representantes del gremio han señalado que sin incrementos periódicos, muchas unidades quedarían fuera de circulación, reduciendo drásticamente la capacidad de movilidad en las ciudades.
No obstante, también reconocen que el equilibrio es difícil, ya que un aumento desproporcionado en el pasaje podría provocar una reducción significativa en el número de pasajeros.
Economistas advierten que, aunque el nuevo monto parece moderado, los ajustes continuos del transporte se suman a la cadena de incrementos en bienes y servicios básicos. Además, recuerdan que el salario mínimo en Venezuela sigue en 130 bolívares, lo que significa que un trabajador que use el transporte dos veces al día estaría destinando al menos 1.200 bolívares mensuales solo en pasaje urbano.
En contraste, analistas del sector transporte argumentan que el costo sigue siendo muy inferior al estándar regional. En ciudades de América Latina como Bogotá, Lima o Buenos Aires, el pasaje urbano supera ampliamente el equivalente a medio dólar, mientras que en Venezuela aún se mantiene por debajo de esa cifra.
Conclusión: un ajuste necesario pero con retos pendientes
La oficialización del pasaje urbano en 40 bolívares marca un nuevo capítulo en la relación entre transportistas, usuarios y gobierno. Mientras se busca un equilibrio para garantizar la operatividad del sistema de transporte público, se mantienen en pie los beneficios para sectores vulnerables como adultos mayores, personas con discapacidad y estudiantes.
Sin embargo, los retos siguen siendo importantes: garantizar la calidad del servicio, la disponibilidad de unidades y la seguridad de los pasajeros en un contexto económico donde los incrementos salariales no acompañan el ritmo de los ajustes tarifarios.
Lo cierto es que, con esta medida, el transporte urbano en Venezuela inicia una nueva etapa que impactará de manera directa en la vida diaria de millones de ciudadanos, especialmente en ciudades como Barquisimeto, donde la movilidad urbana es un factor clave para la dinámica social y económica del estado Lara.
