En pleno desarrollo de la zafra cafetalera en Venezuela, productores del municipio Andrés Eloy Blanco, cuya capital es Sanare, en el estado Lara, reportan un notable incremento en los niveles de producción de café durante el año 2025. Las proyecciones apuntan a una cosecha que podría alcanzar los 300 mil quintales, una cifra que representa un crecimiento significativo en comparación con el año anterior y que renueva las expectativas del sector agrícola en esta importante zona cafetera del país.
Félix Saavedra, representante de la Unión Nacional Caficultora de Venezuela (Unacafeve), explicó que el aumento estimado supera el 36 % con respecto a la producción registrada en 2024, cuando se obtuvieron alrededor de 220 mil quintales en el municipio. Este repunte es interpretado por los productores como una señal alentadora, especialmente en un contexto marcado por años de dificultades estructurales, limitaciones financieras y desafíos logísticos que han afectado al sector cafetalero nacional.
Factores que impulsaron el aumento de la producción cafetalera
De acuerdo con voceros del gremio, el incremento en la cosecha responde a una combinación de factores. Entre ellos destacan condiciones climáticas más favorables, una mejor planificación del ciclo agrícola y el esfuerzo sostenido de los caficultores por mantener y recuperar sus plantaciones. Aunque persisten limitaciones en el acceso a insumos, muchos productores han logrado optimizar el manejo de sus fincas, aplicar prácticas tradicionales de cuidado del cultivo y aprovechar al máximo los recursos disponibles.
Saavedra subrayó que, a diferencia de años anteriores, durante esta zafra los productores han tenido mayor acceso al gasoil, un insumo esencial para el secado del grano y su posterior transporte hacia los centros de acopio y comercialización. Este aspecto ha sido determinante para evitar pérdidas y garantizar que el café cosechado pueda llegar al mercado en condiciones óptimas.
“Cada caficultor necesita aproximadamente 1.500 litros de combustible para poder secar el café y trasladarlo. Este año, aunque no ha sido sencillo, se ha logrado cubrir esa necesidad en mayor medida, lo que se traduce directamente en una mejor capacidad para comercializar la cosecha”, explicó el representante de Unacafeve.
Sanare como eje histórico de la caficultura larense
El municipio Andrés Eloy Blanco, y particularmente Sanare, es reconocido como uno de los principales centros cafetaleros del estado Lara y del país. Su tradición en la producción de café se remonta a varias generaciones, con pequeñas y medianas unidades productivas que dependen casi exclusivamente de este rubro para su sustento económico.
Para muchas familias de la zona, la zafra del café no solo representa una actividad agrícola, sino un acontecimiento social y cultural que moviliza mano de obra, activa el comercio local y dinamiza la economía regional. El aumento de la producción, por tanto, tiene un impacto que va más allá de las cifras y se refleja en mayores oportunidades de empleo temporal y en un leve alivio económico para las comunidades rurales.
Precios del café y brecha con el mercado internacional
A pesar del incremento en los volúmenes cosechados, uno de los principales puntos de preocupación para los productores sigue siendo el precio que reciben por el quintal de café en el mercado nacional. Según Saavedra, actualmente el café natural se está pagando en Sanare entre 180 y 185 dólares por quintal, con transacciones que se realizan en bolívares al tipo de cambio vigente.
Esta cifra contrasta de manera significativa con los precios internacionales. Para el jueves 11 de diciembre, el quintal de café en la Bolsa de Nueva York se cotizaba en 375,75 dólares, lo que evidencia una amplia brecha entre el valor de referencia global y lo que perciben los caficultores venezolanos.
Esta diferencia ha sido motivo de reiteradas solicitudes por parte del gremio cafetalero, que considera que los precios internos no reflejan los costos reales de producción ni el esfuerzo que implica mantener las plantaciones en funcionamiento.
Costos de producción y exigencias del gremio caficultor
Desde Unacafeve y otras organizaciones del sector, los productores han insistido en la necesidad de una revisión de los precios pagados por la agroindustria nacional. Saavedra señaló que, para poder cubrir adecuadamente los costos de producción durante el año 2025, el quintal de café debería ser cancelado en un rango de 295 a 305 dólares dentro del mercado venezolano.
Entre los costos que enfrentan los caficultores se incluyen la mano de obra, el mantenimiento de las fincas, la compra de fertilizantes y otros insumos agrícolas, el transporte, el secado del grano y la adquisición de combustible. A esto se suman los gastos asociados a la renovación de cafetales, una tarea indispensable para garantizar la sostenibilidad del cultivo a mediano y largo plazo.
“Producir café en Venezuela sigue siendo un gran esfuerzo. Aunque este año hubo un aumento en la producción, eso no significa que los costos hayan disminuido. Por el contrario, muchos insumos siguen siendo costosos y difíciles de conseguir”, afirmó el vocero gremial.
Impacto económico del aumento de la cosecha
El crecimiento en la producción cafetalera genera expectativas positivas en la economía local de Sanare y zonas aledañas. Un mayor volumen de cosecha implica más actividad comercial, mayor circulación de recursos y un impulso indirecto a sectores como el transporte, la venta de insumos agrícolas y los servicios asociados a la zafra.
Sin embargo, los productores advierten que este impacto podría verse limitado si no se logra una mejora sustancial en los precios pagados al productor. La falta de rentabilidad podría desincentivar futuras inversiones en el cultivo, afectar el mantenimiento de las fincas y comprometer la sostenibilidad de la caficultura en la región.
Retos estructurales y perspectivas para el sector cafetalero
A pesar de las cifras alentadoras de este año, el sector cafetalero venezolano continúa enfrentando retos estructurales importantes. Entre ellos se encuentran el acceso limitado a financiamiento, la escasez de insumos agrícolas de calidad, la necesidad de modernizar los procesos productivos y la dependencia de factores externos como el clima y los precios internacionales.
Los caficultores de Sanare consideran que el aumento de la producción debe ser visto como una oportunidad para fortalecer políticas de apoyo al sector, promover acuerdos más justos con la agroindustria y avanzar hacia un modelo que permita a los productores beneficiarse de manera más equitativa del valor de su trabajo.
“Tenemos el potencial, tenemos la experiencia y la tierra. Lo que necesitamos es que se reconozca el verdadero valor del café venezolano y del esfuerzo de quienes lo producen”, expresó Saavedra.
Un repunte que renueva la esperanza en el campo larense
El incremento de más del 36 % en la cosecha de café en el municipio Andrés Eloy Blanco representa una señal de esperanza para los productores y para el sector agrícola en general. Aunque persisten desafíos significativos, la zafra 2025 demuestra que, con condiciones mínimas de apoyo y acceso a insumos clave como el combustible, el campo venezolano puede responder con mayor productividad.
Para los caficultores de Sanare, el reto ahora es convertir este repunte en una tendencia sostenida que garantice ingresos dignos, estabilidad económica y la permanencia de las nuevas generaciones en el trabajo agrícola, preservando así una tradición que forma parte esencial de la identidad larense.
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